Fragmentos para vestir el silencio

​

Alejandra Roux

​

​

      En el bosque las hojas caen, se rompen y desgranan sobre el suelo oscuro. Historias no nombradas yacen junto a ellas.

 

      “Todo esta llamado a romperse y debemos hacer cosas nuevas con los restos” decía Kurt Schwitters en 1930. Después de la Primera Guerra Mundial, el collage otorga el lenguaje justo para expresar un mundo de fragmentos. De esta visión, que encuentra voz en aquellos días, en cierto aspecto es heredera la expresión formal contemporánea, aquella que experimenta la imposibilidad de un único punto de vista.

​

      Hay en las imágenes de Estela Mydlarski la impronta fugaz y fragmentada de los recuerdos y a la vez del mundo contemporáneo. En un proceso condicionado desde su mismo comienzo por la fragilidad del soporte elegido (papeles peculiares cuidadosamente seleccionados), Mydlarski, a través del transfer-collage, se instala en esta precariedad para encontrar allí la imagen; como cuando un arqueólogo, arrastrando con un delicado pincel los minúsculos granos de arena, revela los vestigios de antiguos ropajes, que alguna vez, vistieron un cuerpo, le otorgaron identidad y al desperdigarse cayeron en el silencio de la abstracción.

​

      Una imagen a veces casi desgranada, como también ocurre con las fotos de su álbum de familia. En estas ha sido el tiempo y su acción sobre la materia quien la ha alterado para crear un nuevo significado, quizás, para señalar ausencias. No hay otro camino mas que rescatar amorosamente los restos, tejerlos, bordarlos, ligarlos, dotarlos de belleza y así construir una poética que vele los sucesos con la bruma leve del paso del tiempo.

​

      En otros bosques los arboles florecerán recuerdos.

 

                                                               

                                                                                           Alejandra Roux
 

​